José Joaquín Palma
José Joaquín Palma Lasso
Escritor cubano
José Joaquín Palma nació el 11 de septiembre de 1844 en la provincia de San Salvador de Bayamo, Cuba.
Hijo de Dolores Lazo y Pedro Palma. Desde niño mostró su amor por las bellas artes.
En 1864 se inicia en el periodismo fundando una pequeña publicación periódica llamada "La Regeneración de Bayamo".
Debido a su participación en la Guerra del 68, tuvo que salir de la isla. Se refugia en Honduras y en 1873 en Guatemala, donde es acogido con cariño y como agradecimiento rinde tributo presentando la letra del Himno Nacional.
En el año 1934, el gobierno aprobó los cambios que el guatemalteco José María Bonilla Ruano realizó a la letra original.
José Joaquín Palma falleció el 2 de agosto de 1911 en Ciudad de Guatemala, Guatemala.
Himno Nacional de Guatemala
Música: Rafael Álvarez Ovalle
Letra: José Joaquín Palma
¡Guatemala feliz...! que tus aras
no profane jamás el verdugo;
ni haya esclavos que laman el yugo
ni tiranos que escupan tu faz.
Si mañana tu suelo sagrado
lo amenaza invasión extranjera,
libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará.
C O R O
Libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará;
que tu pueblo con ánima fiera
antes muerto que esclavo será.
De tus viejas y duras cadenas
tu forjaste con mano iracunda
el arado que el suelo fecunda
y la espada que salva el honor.
Nuestros padres lucharon un día
encendidos en patrio ardimiento
y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor.
C O R O
Y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor,
que dé patria en enérgico acento,
dieron vida al ideal redentor.
Es tu enseña pedazo de cielo
en que prende una nube su albura,
y ¡ay de aquel que, con ciega locura,
sus colores pretenda manchar!
Pues sus hijos valientes y altivos,
que veneran la Paz cual presea,
nunca esquivan la ruda pelea
si defienden su tierra y su hogar.
C O R O
Nunca esquivan la ruda pelea
si defienden su tierra y su hogar,
que es tan sólo el honor su alma idea
y el altar de la patria su altar.
Recostada en el ande soberbio
de dos mares al ruido sonoro,
bajo el ala de grana y de oro
te adormeces del bello quetzal.
Ave indiana que vive en tu escudo
paladión que protege tu suelo;
¡ojalá que remonte su vuelo,
más que el cóndor y el águila real!
C O R O
¡Ojalá que remonte se vuelo,
más que el cóndor y el águila real,
y en sus alas levante hasta el cielo,
Guatemala, tu nombre inmortal!